miércoles, 21 de julio de 2010

V ETAPA DEL CAMINO DE MIGUEL: EN LA MECA DE LAS PULPERÍAS


5ª etapa: Palas de Rei-Arzúa. 28 ó 30 kms. 27 de mayo.

"Vuelta a las tostadas, además del Cola cao. Nadie se pone de acuerdo sobre si son 28 ó 30 kilómetros. El caso es que hay, como yo, quien decide hacerla en dos tramos, de 14 ó 15 kms. Y en mitad de ambas la parada de hora y media para almorzar en el ‘templo del pulpo’, Casa Ezequiel, en Melide. Este pueblo está lleno de pulperías. Me tomo la etapa con calma. Por el camino encuentras muchos elementos pintorescos: mesas y bancos de piedra para hacer una parada, iglesias, cruceiros, puentes de madera sobre el río, caminos hechos de piedra paralelos al río. El pulpo en ‘Ezequiel’ es una gozada.

Ya estamos en provincia de La Coruña. Quedan menos de 50 kilómetros para Santiago. El bacalao también está bueno. Y la tarta de orujo, impresionante. No tiene nada que ver con el orujo, que a mí no me gusta. Fotos y risas en el establecimiento. Cuesta arrancar con el estómago lleno. Con tranquilidad. Esta etapa la hice en 11 horas, de la que creo que anduve 8. No hay prisas. Puestos con agua, frutas y frutos secos, uno de ellos sin persona alguna. Una urna para echar el dinero de lo que cojas. Harto de tanto comer, sólo repongo la botella de agua y meto un euro.

Caballos a lo lejos, uno de ellos un pony precioso. Llegada a Ribadiso de Baixo, donde hay un albergue. No me quedó en él, pero sí decido descansar allí, junto al río, una media hora. Meto los pies en agua helada. Unos ciclistas me adelantan: “Buen camino”, grita uno (casi siempre es el primero). En Arzúa no recomiendo el albergue en el que estuve (no voy a hacerle publicidad) y sí aconsejo A Fonte o el municipal. Y no porque no esté bien acondicionado, sino por el trato.

A mi paisana Alicia, de San Pedro, le trató fatal el hijo del dueño por sólo preguntarle si iban a poner sábanas en las camas (no las ponen). “Vete a tomar un café cuando te tranquilices”, le gritó el imbécil, que no sabe tratar a los huéspedes. Y eso que Alicia tiene un hostal en San Pedro y sabe cómo funciona la hostelería. Allí ejercí de ‘médico’ al curarle una ampolla a Leti, de Santiago, inseparable de Bea, también natural de la meta ansiada. Echamos unas buenas risas por la noche las almerienses, dos chicharreros, Javi y Santi de Valencia y el que les escribe."

1 comentario:

  1. fue una velada en el mismo albergue, risas, risas, risas, ... fuera del horario permitido, recuerdo que se nos unió hasta una babosa... (ojo de las de verdad, no penseis mal) :)

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